Coincidiendo con las dos últimas semanas de la exposición El Nido de los mirlos de Mon Montoya, el público que visite el Museo tendrá la oportunidad de escuchar, además, una deliciosa miniatura sonora en diálogo con las obras del artista.
Desde mañana día 9 y hasta el día 16 de mayo, los visitantes podrán disfrutar de esta instalación sonora ubicada en la sala 5 del Museo. Para facilitar la asistencia del público, el Museo amplía sus días de apertura de martes a domingo en su horario habitual.
“El sonido describe el espacio. El montaje es una captura, un lugar abierto, encerrado en los límites de unos altavoces. Pero ahí dentro se desarrolla todo un paisaje sonoro natural.
Comienza en la luz fría que precede al alba, cuando las voces del bosque, una a una, en orden pero aún sin concierto, empiezan a manifestarse.
Con la salida del sol el bosque se llena de luces, o lo que es lo mismo, de sonidos. Todas las aves forestales compiten en un barullo sobre el que destacan unas voces potentes, líquidas, con una sutil ronquera que les confiere personalidad: cantan los mirlos.
Llega el calor y el campo se llena de zumbidos y chirridos. Es la hora de los insectos. Y al templar la tarde, con el frescor del crepúsculo, en el paisaje sonoro aparecen dulces estridencias. Del suelo emerge la llamada inacabable de los grillos; en las marañas silban los ruiseñores; a lo lejos ululan los búhos. Y en las arboledas, de cara a la noche, callan al fin los mirlos”.
Carlos de Hita