LUZ DE LA MIRADA.

7 de octubre de 2002   – 12 de enero 2003

Las setenta y cinco obras de esta muestra constituyen una amplia representación de la obra de madurez de algunos de los más importantes pintores y escultores españoles de la segunda mitad del siglo XX. Calificados todos ellos de artistas realistas, es precisamente uno de los objetivos de la exposición cuestionar el auténtico significado de ese término.

Aunque es habitual identificar el arte moderno con la Abstracción, lo cierto es que el Realismo fue uno de los primeros movimientos de vanguardia. A través suyo se introdujeron en la pintura del siglo XIX temas hasta entonces considerados poco adecuados, lo que trajo como consecuencia una mayor importancia del lenguaje pictórico, en el que comenzó a sustentarse el valor del cuadro más allá del interés de la propia escena representada. A lo largo del siglo XX, el carácter vanguardista del realismo se comprueba por su presencia en movimientos tales como el Expresionismo, la Nueva Objetividad, el Realismo Mágico, el Surrealismo y el Hiperrealismo, entre otros.

En cuanto a los artistas de esta exposición, su propio carácter rupturista y anticonvencional se pone de manifiesto cuando constatamos que iniciaron su trayectoria artística en la década de 1950, cuando en España arrancaba con fuerza la Abstracción informalista, que fue durante muchos años la tendencia artística dominante. Desde aquel primer momento y hasta hoy, como puede verse en las obras de la muestra, estos artistas se comprometieron con la elección de pintar lo visible del mundo que les rodeaba. Aunque, eso sí, como dice en el catálogo Francisco Calvo Serraller, comisario de la exposición: «La visibilidad del presente está cargada de memoria del pasado, de una invisibilidad adherida que ilumina el sentido y la significación de las cosas, que no son simples cosas». Intención y lenguaje que en muchas ocasiones nos recuerda a los grandes maestros de la pintura española del pasado, desde Velázquez a Zurbarán. La captación de presencias invisibles, la inscripción del tiempo en la pintura, la preocupación por la disposición de las formas en el espacio, la representación a través de un mínimo de elementos son otros tantos aspectos esenciales de estas obras.

La elección de los cuadros, dibujos y esculturas que integran esta exposición permite al espectador comparar cómo unos y otros artistas se han enfrentado a los mismos temas, y así descubrir la peculiaridad de su mirada y los matices que podemos establecer en ese realismo del que todos participan. Si bien todos coinciden en su interés por representar su entorno inmediato, se diferencian en muchos otros aspectos y pueden rastrearse en sus obras ecos de tendencias muy diversas. En los escenarios urbanos de Amalia Avia, de una riqueza material cercana al Informalismo, la llamativa ausencia de figuras sirve, paradójicamente, para evocar con fuerza su presencia. El silencio y la esencialidad de bodegones y paisajes de Carmen Laffón, por su parte, remiten, por decirlo así, a un Minimalismo lírico, al igual que su escultura. La fidelidad de Antonio López a la realidad diaria le ha permitido actualizar temas tan tradicionales como el bodegón o el desnudo, convertidos en documentos de época. Sus esculturas muestran la influencia del carácter sereno y monumental de la estatuaria griega, egipcia y mesopotámica, al igual que las de Francisco López Hernández, si bien éste ha desarrollado especialmente y con personalidad propia, la tradición romana y renacentista del bajorrelieve. Las esculturas de Julio López Hernández, de mayor carga literaria, plasman una poética búsqueda de lo inmaterial a través de las tres dimensiones. En los bodegones y jardines de María Moreno, el mundo vegetal adquiere una dignidad que le rescata de la trivialidad, como si realizara retratos de flores. En los misteriosos bodegones de objetos de Esperanza Parada encontramos un eco de la pintura de la Escuela de París y más concretamente de Pancho Cossío. Por último, Isabel Quintanilla, reitera en sus interiores un tipo de composición que podemos relacionar con el Neoplasticismo o las pautas geométricas de un Oskar Schlemmer

Con el patrocinio de Iberpistas, Ferrovial-Agroman, Fundación Dragados y Necso Entrecanales Cubiertas.