MATERIAL SENSIBLE

Colección de Arte Contemporáneo Fundación ‘La Caixa’

9 de marzo – 21 de mayo de 2006

Esta exposición muestra una selección de videos y fotografías de la Colección de Arte Contemporáneo de la Fundación la Caixa. Los artistas que se incluyen, de edades y nacionalidades diversas, buscan en su práctica artística vincular conocimiento y emoción para hablar del individuo contemporáneo.
Ningún aspecto de nuestra vida mental es más importante, para la calidad y el sentido de nuestra existencia, que las emociones. Son las que hacen que valga la pena vivir y a veces dejar de hacerlo. Aunque desde la racionalidad en que aparentemente vivimos están siempre bajo sospecha, las emociones son la electricidad de nuestra existencia. Los logros, los fracasos, el trabajo, los amores, etc. son los hechos narrativos de nuestra vida y las emociones les dan sentido.

El neurobiólogo William Calvin dice que a nuestra especie, al homo sapiens, se le debería llamar homo seriatum, porque la característica que nos distingue es que narramos las cosas en serie, contamos historias. Narramos para poder ver la realidad y ordenar el caos que es la vida. Contamos para canalizar nuestras emociones y poder exteriorizar aquello que nos preocupa. Relatamos para saber quiénes somos y entender el mundo que nos rodea. Contamos y nos cuentan. De las historias que oímos, vemos y leemos lo que nos es común son las emociones que subsumen. A través de ellas compartimos el mundo del otro.

Para poder seguir contando historias buscamos nuevas formas de narración y representación. Como actualmente, estamos rodeados de imágenes en movimiento, no es extraño que los artistas más jóvenes y los no tan jóvenes hayan hecho de este lenguaje uno de los medios más frecuentes del Arte. Para ellos, como para nosotros, lo importante es salir del silencio. Construir estrategias narrativas que reinventen y comuniquen distintas formas de la experiencia en el mundo. Pero como señala el biólogo Ramón Guardans, parafraseando al poeta Joan Brossa, “yo y el mundo somos tres: yo, mi mundo y el mundo”.

En estos tres mundos se localiza el trabajo de los artistas de esta exposición, que elaboran obras en torno al sujeto, el cuerpo, la identidad, el imaginario social y los lenguajes visuales. Son ficciones no lineales que en general nos privan de nuestro anhelo de conclusión y desenlace. Historias abiertas como la vida, que interrogan o revelan zonas oscuras del individuo como ser social.

En las dos pantallas enfrentadas, Shirin Neshat retrata el mundo musical en Irán, reflejando una organización social en la que las mujeres están excluidas de lo público. Una historia de marginación que ha sido también la nuestra. En este video el espacio es el protagonista, un espacio simbólico habitado por la tradición. El espacio lleno y masculino se enfrenta al espacio vacío femenino. Pero la voz y la teatralidad de la figura femenina llenan poco a poco el vacío, comunicando al espectador la emoción de su tragedia.

Los personajes del vídeo de Joao Onofre, un hombre y una mujer que se miran al cruzarse por la calle, comparten el espacio pero tampoco se encuentran. Onofre que suele utilizar la aportación de otros artistas, ha convertido la primera escena de “Martha”, una película de Fassbinder, en un bucle infinito. Por medio de esta repetición sin fin el impulso que los atrae parece ser el mismo que impide el ansiado contacto, en una aguda reflexión sobre los procesos de incomunicación humana.
De la comunicación, la información y la manipulación mediática trata la serie de pinturas de Simeón Saiz Ruiz, “Je est un Je” (Yo soy un Yo), que modifica la célebre frase de Rimbaud “Je est un Outre” (Yo soy un Otro) . Pintadas en la tela vemos imágenes que los medios de comunicación suelen llevar a nuestros hogares, son las víctimas civiles de la guerra de Bosnia Herzegovina. Estamos ante una mirada crítica a la posibilidad de una Pintura de Historia y su función moral, en un momento en que la información mediática asume la documentación de los hechos. La pintura intensifica la atención y exige una mayor reflexión en un contexto en el que la multiplicación de imágenes anestesia la mirada y propicia el olvido.

Las fotografías de Andreas Gursky nos permiten maravillarnos del mundo en que vivimos. Como las pinturas flamencas del siglo XV están llenas de precisión y detalles. La monumentalidad y la desproporción de las construcciones arquitectónicas en “Hong Kong Shanghai Bank” reflejan la soledad del individuo contemporáneo, dándonos un sentimiento esclarecedor sobre las condiciones laborales y los lugares que habitamos. También Jeff Wall, uno de los artistas contemporáneos que más brillantemente han integrado en su obra los lenguajes de la pintura, la fotografía y el cine, presenta una minuciosa escenificación. “Una escena de caza” confronta dos lugares, uno integrado y otro residual, olvidado. En este no-lugar dos individuos que quizás huyen o se preparan para asaltar llaman nuestra atención sobre temas como la violencia y la marginación, en una imagen que se aproxima a la narrativa cinematográfica y a los motivos de caza de la pintura tradicional.

En sus instalaciones visuales Miguel Ángel Ríos invita al espectador a suspender su deseo de control e instalarse en un espacio donde las certezas son remplazadas por desordenes psíquicos. El movimiento sensual del juego de las peonzas de “A Morir” habla de lucha, poder y violencia asociadas a la idea de supervivencia. Mientras que El video de Txomin Badiola, “SOS. E3.

Servidumbre de la vida y el carácter de las sombras” alude, entre otras cosas, a la supervivencia psíquica. El título parece una llamada de socorro de los dos jóvenes que parecen pelearse o amarse ante la mirada de una chica. En el fondo un cartel dice “RWF murió de una sobredosis de obligaciones creativas. JLG”, una frase de Godard sobre Fassbinder. Badiola habla por boca de otros para prolongar su capacidad narrativa. Sus trabajos diseminan el significado en una red de signos, creando una amalgama de alegorías y dejando el sentido ultimo suspendido. Su interés, como el mismo ha dicho citando a Godard, no es comunicar algo sino comunicar con alguien.

Los trabajos de Sophie Calle son una coreografía de figuras del yo. La artista elabora sus trabajos creando situaciones, a modo de vidas paralelas, que le permiten desplegar sus deseos y jugar con la alteridad. En la serie “El Hotel” presenta el autorretrato de una camarera curiosa que imagina al huésped, al Otro, a partir de sus rastros, para imaginarse a sí misma como espía. Mabel Palacín y Marc Viaplana juegan con la puesta en escena de realidades inventadas y construidas. En las fotos de “Snapshot, Part I” los disparos no solo provienen del obturador de la cámara sino también de las balas que agujerean la fotografía donde aparecen como héroes de la violencia.

El concepto de control es un tema esencial en gran parte de los trabajos de Dora García que elabora obras basadas en experiencias sensoriales y perceptivas. La artista crea situaciones imponiendo un conjunto de normas en un espacio-tiempo descontextualizado, a la manera de un laboratorio. “La lección respiratoria” plantea la compleja relación entre orden y obediencia, poder y sumisión. Un equilibrio que si se quiebra puede derivar en “Maltrato”, el título del video de Javier Peñafiel, que utiliza las flores, nuestra imagen arquetípica de la belleza de la vida, para sumergir al espectador en un tiroteo que alude sin dramatizaciones al lado oscuro del individuo. En cambio Stephen Dean ha creado un espacio donde sentimos el ritmo, el color, la exuberancia y la sorprendente sincronicidad que despliega la multitud del estadio de Maracana, inmersa en un eufórico sentimiento de identificación y pertenencia.

Con el patrocinio de Obra Social «La Caixa»