OBRAS MAESTRAS DEL SIGLO XX EN LAS COLECCIONES DEL IVAM
7 de octubre 2005 – 19 de febrero 2006
Con la inauguración en 1989 del Instituto Valenciano de Arte Moderno se iniciaba el proceso de descentralización artística que, con el paso del tiempo, dotaría a España de la magnífica red de museos de arte contemporáneo que tiene en la actualidad. Pero si el IVAM es uno de nuestros más importantes museos no es por este carácter precursor, sino por la originalidad y amplitud de sus colecciones, entre las que ocupa un lugar especial el legado de Julio González (1876-1942). El sentido de su presencia, más allá de reunir una excepcional muestra de quien fuera un artista fundamental en el desarrollo de la escultura moderna, plasma el que ha sido un objetivo fundamental a la hora de componer esta Colección: insertar el arte español en el devenir de la modernidad.
La Colección del IVAM se rige por un criterio histórico, hilo conductor de una visión tradicional del arte moderno y contemporáneo. No obstante, su singularidad estriba en incluir artistas menos evidentes –pero no por ello menos significativos– que amplían esa visión ya clásica de lo moderno. Las más de 7.000 obras de sus fondos ilustran perfectamente todas las tendencias del arte del siglo XX y, a la vez, una selección como la de esta exposición, hace perfectamente posible ofrecer una visión, si no más rica, al menos sí transversal y por lo tanto novedosa, de esa misma modernidad. Articulada en torno a la obra de Julio González, síntesis del cubismo, el surrealismo y el constructivismo, la Colección ha condensado su interés en los orígenes del arte moderno, el debate sobre la abstracción durante los años 30, el Informalismo y el Pop, sin olvidar las tendencias surgidas en los 70.
El conjunto de obras de esta exposición trata de ser representativo de la composición de la propia colección de pintura y escultura del IVAM, planteándose como un equilibrio de tendencias entrelazadas en el que ningún movimiento puede entenderse aisladamente. Si nos atenemos a la escultura, por ejemplo, veremos que comienza con los experimentos más radicales de la vanguardia constructivista y dadá, representados con obras singulares de Naum Gabo (1890-1977), László Moholy-Nagy (1895-1946) o Kurt Schwitters (1887-1948), y continúa con ejemplos de la fundamental aportación del hierro de Julio González. Desde ahí, la estela llegará hasta creadores tan distantes como el cinético Alexander Calder (1898-1976) o el monumental Richard Serra (1939). Las esculturas de Claes Oldenburg (1929) o Robert Rauschenberg (1925) son ejemplos de la plástica Pop, un movimiento al que el IVAM ha prestado atención especial. Prueba de ello son, ya pasando al ámbito pictórico, las obras de James Rosenquist (1933), Richard Lindner (1901-1978), Alex Katz (1927), Valerio Adami (1935) o Eduardo Arroyo (1937), e indirectamente del propio Joseph Cornell (1903-1972). Mientras que el Surrealismo está presente a través de cuadros de Óscar Domínguez (1906-1957) y André Masson (1896-1987), la abstracción está representada en sus distintas facciones: abstracciones geométricas de Georges Vantongerloo (1886-1965), Joaquín Torres-García (1874-1949), Luis Fernández (1900-1973) o Pablo Palazuelo (1916), abstracción expresionista americanas de Ad Reinhardt (1913-1967) y Franz Kline (1910-1962), junto con la europea de Pierre Soulages (1919) o Antonio Saura (1930-1998), y finalmente la presencia del Informalismo de Jean Dubuffet (1901-1985) y Antoni Tápies (1923). Sería imposible enumerar la totalidad de los 41 artistas que componen esta muestra, pero vale la pena señalar que si en algo esta exposición refleja el espíritu de la Colección del IVAM es precisamente en proponer un recorrido menos obvio de la modernidad pero igualmente eficaz a la hora de mostrarnos sus logros.