The Garden (El jardín), 1984.
La evocación de la naturaleza se presenta en esta obra en forma de paisaje, en otras ocasiones, como un surtido de piedras bañadas por el agua. Tras casarse con su tercera esposa, Harriet, se compra una granja en Bridgehampton, Long Island. Allí pasa la mitad del año pintado con luz natural en un antiguo granero reconvertido en estudio. También se dedicaba a cuidar, junto a su mujer, del jardín con el que contaba la casa y, probablemente en este lugar, es donde se inspiró para hacer esta obra. Podemos intuir el jardín en las tonalidades de los papeles elegidos para su confección, también en las formas utilizadas, es una especie de paisaje interior en el que invita al espectador a una mirada interior. El paisaje se detiene en la misma obra y ella produce ese efecto de serenidad, orden de lo que se percibe y de lo que evoca.